miércoles, 29 de enero de 2014

Canción a San Jerónimo: Santo Patrón, Templo y Comunidad

"UN CANTO A SAN JERÓNIMO"
 
Interpretes: Mis sobrinos Claudia Padrón y Alberto Solano, mis hijas Virginia y Raquel Martínez Salazar, y un servidor, Porfirio Martínez González
Autor: Porfirio Martínez González
 Nací, viví y morí en el Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice. Los sentimientos que tuve para con mi comunidad, para su Santo Patrón, para su templo sin igual; los expreso en esta canción que compuse a los 61 años de edad, 3 años antes de morir.

Esta composición la hice atendiendo una convocatoria para un concurso organizado por la Asociación de Vecinos Nativos del Pueblo de San Jerónimo, en aquel tiempo era presidida por Antonio López Romero. Guarde muy bien el acuse de recibo de la composición, por si más adelante se necesitaba para reclamar el premio, nunca supe cuál fue la suerte del concurso, no se sí se declaró desierto o qué.

Me gustaba cantar mis composiciones en reuniones sociales y familiares, eso era para mi una forma de presentarme, me gustaba mostrar tal cual era mi sentimiento o mis convicciones; éste canto no fue la excepción y la canté a capela acompañado de mis hijas y sobrinos.

La grabación de "Un Canto a San Jerónimo" es cien por ciento casera, la conversión de este registro a formato digital, así como el video: los realizó mi hijo Manuel.
Escucha con atención la canción, te la dedico con mucho cariño.

https://www.youtube.com/watch?v=mJ5RGdHJ_h4

Además de "Un Canto a San Jerónimo" compuse diversas canciones para otros concurso, recuerdo que así lo hice para la Feria de las Flores de San Ángel, otra más para la primer visita del Papa Juan Pablo II a México en 1979, también sometí a concurso la canción "Quiéreme Por Favor" para el concurso "La Canción Mexicana" organizado por la compañía Anuncios Modernos S. A. en 1952.

lunes, 27 de enero de 2014

Canción ¿Cuál es Triunfo?

¿Cuál es el triunfo?
 
Letra y Música: Porfirio Martínez González
Arreglo Musical: Andrés Ortiz
Ejecución musical: Banda Plástica de Tepetlixpa.
 
De 1975 a 1977 formé parte de la Comisión de Festejos del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, ocupé el cargo de Tesorero. De la Comisión fue presidente mi primo Marcos Martínez Peña y Secretario mi amigo Sergio Moreno García.
 
Participar en esa responsabilidad implicó tanto compromisos con la comunidad, como también con los otros pueblos de la Magdalena Contreras y de otras delegaciones a través de las correspondencias. Todo ello me inspiró a componer la canción que espero escuches a través de la siguiente liga:
 
 
La canción busca reflejar que más que fama, poder o dinero, el verdadero tesoro que se guarda en la participación en la Comisión de Festejos es la posibilidad de conservar las relaciones que nuestros mayores establecieron y, de ser posible, hacer nuevas amistades. No hay otra cosa que sea más gratificante que tener ese privilegio.
 
La canción la compuse en noviembre de 1976 y la dedique a los Pueblos Unidos. En esa época y con el encargo que me dieron, me pude dar cuenta del valor de mantener nuestras tradiciones, lo que sólo es posible en la medida que los pueblos que las compartimos nos mantengamos unidos en torno a ellas y con base en las relaciones de amistad.
 
El tema tratado me llevó a inscribirla en el concurso que se convocó para tener un canto que identificara la primer visita de Juan Pablo II a México en 1979, no me fue bien, la canción ganadora ya era una consagrada: "Amigo" de Roberto Carlos, la que a partir de ello toda la Latinoamérica católica la cantaba asociaba con el pontificado del Papa polaco. Por cierto, busque quien me hiciera la traducción al polaco para presentarla al concurso en español y polaco.
 
Agradezco al Maestro Andrés Ortiz, director de la Banda Plástica de Tepetlixpa, que me hiciera los arreglos, la instrumentación y la ejecución de esta pieza. La grabación, que es totalmente casera, así como el video, los hizo mi hijo Manuel. Espero les haya gustado el tema, la música y la letra.

sábado, 25 de enero de 2014

Modelado en Barro y Plastilina

 El gusto de trabajar con barro
 Me gustó mucho realizar esculturas de barro, el buen barro permite muchas posibilidades para expresar formas y texturas casi ilimitadas. Conseguir ese material además de hornos en las tierras del Pueblo San Bernabé Ocotepec me facilitó las cosas para hacer múltiples piezas, algunas fueron únicas y de otras hice varias copias, cuando éste fue el caso realicé el original en plastilina, para después hacer el molde en yeso. Algunas obras hechas con esos moldes los vendí para completar los ingresos familiares cuando se escaseaba el estampado de manta, ése sí que fue el pilar fundamental.
 
La foto adjunta es una de las dos cabezas de serpiente con las que, en tres módulos, formé un candelero de 7 luces que hice por ahí de 1990.

Les comento que para aprender la técnica del modelado me inscribí en los Talleres de Artes Plásticas y Artesanía del IMSS de la Unidad Independencia, no estuve mucho tiempo, tal vez un año. Allí realice una obra que me gustó mucho, de ella sólo guardé la fotografía, ya que la escultura se quedó en ese centro de enseñanza, a esa pieza la denominé “La Mano de Dios”, representa a un familia Mexicana, cobijada por la Nación, la que a su vez es protegida por el único poder en el que siempre creí.
 
Tres décadas después de haberla realizado me enteré, por conducto de mi maestro Saúl, que fue obsequiada a un presidente de la República de El Salvador que visitó el Centro y los talleres de artes plásticas. Me sentí muy orgulloso que un personaje de esa talla se sintiera atraído por ella. Ésta es la fotografía de “La Mano de Dios” que ha permanecido por muchos años en el álbum familiar, está modificada para observar mejor las figuras y su composición.

La denominación se convirtió en un lugar común, ya que con esa mismo tituló se conoce una canción de José Alfredo Jiménez, un gol de Diego Maradona y, también a la imagen astronómica lograda con técnicas modernas que recientemente se hizo de una nebulosa.

Con la técnica de modelado, ya sea en barro o en plastilina,  realicé los bustos de Miguel Hidalgo y Benito Juárez, a ellos los admiré mucho. También modelé a mis papás, a mis hijos Manuel, Guadalupe y Felipe, así como a algunos artistas como María Victoria y Pedro Vargas, también hice mi propio retrato.
De todos ellos aún se conservan completos los de mi papá, mis hijos Guadalupe y Felipe; del de mi madre sólo perdura el rostro. Aunque el de mi hijo Felipe está hecho en yeso, los principios son los mismos, ya que el original fue plastilina, le hice un molde de yeso, y en ese molde vacíe el yeso, luego le di una patina simulando bronce. En la siguiente foto vemos las piezas que hice de mis papás e hijos.

Entre los primeros bustos que hice están los de los hermanos Cuauhtémoc y Benito Suastegui, eran unos niños que sus papás traían hasta mi taller, la mayor parte de ese trabajo lo hice con base en fotografía, no obstante necesité de su presencia para definir algunos detalles. Aquí les muestro la foto del trabajo que de ellos realicé. Veo que Doña Fany, su mamá, quedó contenta.

Quiero comentarles también sobre diversas macetas que hice a lo largo de mis años de vida, algunas de ellas aún perduran, sin embargo otras ya no, ya que el barro es muy frágil, además del carácter utilitario del objeto.  En la foto les muestro algunas macetas que concebí y realicé.
Bajorrelieves con original en plastilina
Hay un par de piezas que no debo olvidar, se trata de dos placas decorativas, una permanecen en un muro exterior de lo que fue la casa de mis padres, aunque está a cubierta la obra se hace necesaria una restauración, la otra se conserva en la casa de mis hijos, a ésta la terminé aplicándole una capa de pintura color oro, tal como se ve en la foto.
 
La primer figura es una mujer con una paloma en color negro, la segundo se trata de la escena de la presentación de Jesús en el Templo, éstas piezas son de yeso, para hacer estas piezas hice originales en plastilina, luego les hice moldes de yeso, y la pieza resultantes es el vaciado de yeso en ese molde.

lunes, 20 de enero de 2014

Talla en Madera

“San Felipe de Jesús”
Tres décadas antes de realizar la más conocida de mis esculturas talladas en madera, la Virgen de Guadalupe que está en la Capilla Abierta del Templo de mi Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, ya había tenido la oportunidad de haber realizado otra en madera de un personaje religioso, también con dimensiones un poco más grandes a las del cuerpo del mexicano promedio.

Me refiero a San Felipe de Jesús, esta escultura en madera aún se conserva en lo que fue mi taller, se trató de un trabajo que realice por encargo. Me comprometí a realizar esta obra el 4 de febrero de 1963 con vecinos del municipio de Ixtapaluca, estado de México. Recibí de ellos un adelanto de $100.00, prácticamente dejé la obra terminada, pero nunca regresaron a pagar el complemento, y por supuesto tampoco por la pieza escultórica.
Abro un paréntesis para comentar que a quienes me la encargaron las conocí cuando trabajaba en ese municipio, en el taller de estampados textiles de Mr. Russel Davis. Con él trabajé hasta diciembre de 1961, cuando Mr. Davis cerró la empresa y se trasladó a Puerto Vallarta, Jalisco. Parte de lo que recibí por los años de trabajo con él fue el equipamiento, químicos, tintas y demás insumos necesarios para instalar el mismo negocio en el terreno “Los Canónigos”, desde entonces y hasta un par de años antes de mi muerte trabajé los estampados junto con mi socio Manuel Ángeles que también era compañero de aquel taller, nuestro cliente principal era Sanborn´s, a ellos les pintábamos la manta para los uniformes de las meseras, el mismo que siguen usando.
Las siguientes dos fotografías yo mismo las tomé, en ellas muestro el estado en el que dejé suspendido el tallado del San Felipe de Jesús. La foto fue tomada en una ampliación que se hacía en la casa de mis padres.

Las fotografías también registran, sobre los muros inconclusos de adobe, algunos ejercicios de modelado en barro que aprendí en el Centro Juvenil de Seguridad Social y Talleres de Artes Plásticas y Artesanía del IMSS “Unidad Independencia”.

"Cuauhtémoc" y "Cristo"
Con las mismas técnica y madera con la que realicé la escultura de bulto redondo de San Felipe de Jesús, también tallé un perfil de Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, lo terminé en abril de 1957. Un par de años atrás, el 5 de mayo de 1959, había concluido la realización de un rostro de Cristo crucificado. Ambas piezas permanecen en custodia de mis hijos y te invito a conocerlas a través de las siguientes fotografías.
Otras piezas de bulto redondo
 También elaboré otras obras, tanto de rostros y figuras completas del cuerpo humano, como de obras abstractas, en el primer caso quiero destacar la que hice y obsequie a María Victoria cuando estuvo una larga temporada en el Teatro Blanquita; la obra consistía en una lámpara de buro, en la que la base era el cuerpo de la actriz.

Por lo que respecta a las obras abstractas destacan diversas piezas pequeñas de carácter decorativo, hechas en madera de cedro rojo, las que aún conservan mis hijos, en la siguiente imagen les muestro las fotografías de varias de ellas.

Bajorrelieves en madera
En los últimos 10 años de mi vida realicé diversos tallados, se trata de piezas pequeñas que hice para mi colección privada, me gustó trabajar particularmente rostros de niños y mujeres, los hice en retazos de madera, generalmente cedro rojo. Cabe señalar que para mi, cada corte de madera o cada bloque de cantera, escondía una formas y texturas que yo sólo rescataba con la ayuda de mis herramientas. La siguiente foto ilustra mejor esa idea, se trata de un tierno niño que tímidamente se asoma.


 
Hice una talla en caoba que espero reconozcan los adultos de mi pueblo, ya que es el rostro del padre Andrés Casidy. Él, junto con el padre Francisco W. Collins fue el primer sacerdote que permaneció por muchos años oficiando en el Templo de San Jerónimo, ha sido el único padre que, además de vivir entre nosotros, decidió morir y quedar en el panteón de esta comunidad siendo estadounidense.



Canción "Vuelve Pronto"

"VUELVE PRONTO"
Interpreta: Elisa Salazar Dueñas
Letra y música: Porfirio Martínez González

Una de las canciones que con mayor frecuencia interpretaba es "Vuelve Pronto", pero quien la interpretaba mejor era mi esposa Elisa Salazar Dueñas. Las interpretábamos en reuniones familiares, con el acompañamiento que hubiera o sin él. Lo hacíamos de manera espontánea, a veces nos lo pedían, otras veces yo sólo me aventaba al ruedo. Cuando había mariachi, guitarra o norteños,  no siempre nos acoplábamos bien músicos e interpretes.

En una de esas reuniones mi sobrina Rosario Domínguez Martínez realizó una grabación de ésta canción, es a capela, y de inmediato se aprecia que es una grabación casera. Tiempo después del fallecimiento de Elisa, tal vez un par de años, ella me regaló el cassette. De esa grabación se obtuvo la versión digital que en el 2013 hizo mi hijo Manuel, quien a su vez la transformó en video, incluyendo fotos del archivo que dejamos Elisa y Yo.

Sin duda les va a gustar la interpretación de Elisa, espero que también mi canción.
http://www.youtube.com/watch?v=qCvr6llaMbI&feature=em-upload_owner

jueves, 16 de enero de 2014

Escultura de la Virgen de Guadalupe

"LA VIRGEN DE GUADALUPE"
Mi escultura más conocida por los vecinos de mi Pueblo

Tal vez me recuerdan más por haber tallado La Virgen de Guadalupe que se encuentra en la capilla abierta del Templo de mi Pueblo, San Jerónimo Aculco Lídice. Sé que muchos están orgullosos de que haya sido elaborada por un vecino nativo de la comunidad, con mucha mayor razón yo también lo estoy.

Esta pieza la realicé con la ayuda de mi hija Rosa María Martínez Salazar y la asesoría de mi maestro de escultura Saúl, quien 30 años atrás me dió clases en el Centro de Artes Plásticas y Artesanías del IMSS que todavía funciona en la Unidad Independencia. Asimismo conté con las opiniones de mi yerno Arturo Cordero Padilla que como pintor me pudo dar. Mi hijo Manuel tomó la siguiente fotografía donde se me ve en mi taller trabajando, él pensó que me tomó por sorpresa, no lo fue, bien que lo vi merodeando un buen rato con la cámara.

También recibí otros apoyos, entre ellos los de la Comisión de Festejos que me confió su elaboración, en ella participaban José Guadalupe González y Antonio López, entre otros más. También me ayudó mi sobrina política, María Luisa Colima, ella posó como modelo para resolver algunos detalles que con las imágenes del ayate de Juan Diego no se pueden solucionar. Guadalupe Moreno Bustamante me ayudó barnizando la obra ya terminada, luego de que le dimos un tratamiento antipolilla.

Me dio mucha emoción cuando se colocó a la Virgen en la Capilla Abierta aquella tarde del 2 de abril de 1993, lo cual sucedió al concluir la procesión que se organizó con la comunidad por distintas calles de San Jerónimo, recuerdo que pasamos por Ocotepec, Magnolia, la Avenida San Jerónimo, Héroes de Padierna y Morelos.

Han transcurrido muchos años desde esa tarde de abril de 1993, veinte años después, en la Semana Santa de 2013, la Capilla Abierta y al fondo la Virgen de Guadalupe es el escenario para la realización de un reportaje sobre la celebración de la Semana Santa en los Pueblos Originarios de la Ciudad de México, en él los comentarios corren a cargo de la Mtra. Teresa Mora Vázquez como experta sobre ese particular y desde entonces ha profundizado en el estudio de las costumbres y el patrimonio de mi pueblo, la siguiente fotografía ha sido extraída de ese vídeo.


Me honra mucho saber que la capilla es visitada por muchas personas, y que buena de parte de ellas hacen perdurar su estancia a través de una foto o vídeo en el que ha quedado incluida la imagen de esta escultura. 

Bienvenidos

Recuerdo del día que Porfirio inaugura su taller de Estampado en San Jerónimo. Lo acompañan su socio Manuel Ángeles, su esposa Elisa, su hijo en brazos, su vecina, su hermano Ramón, su primo político Juan Domínguez, sus primos Casimiro Camacho Martínez; Marcelina, Humberto y Juan Martínez Peña.
 
Porfirio Martínez González

Artista Natural del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice
(12 de septiembre de 1930-24 de enero de 1994)
 
En plena época de persecución cristera, contrajeron nupcias Anastasia González Ramírez y Manuel Martínez Romero en un huerto de San Jerónimo el 25 de mayo de 1927.

Anastasia era hija de Antonia Ramírez y José Concepción González, vecinos de Puente Sierra, cercana a una antigua fábrica de hilados y tejidos de algodón (hoy es un centro comercial), pero provenientes de San Luis Potosí y, al parecer, emparentados con el compositor del himno nacional, Francisco González Bocanegra. Manuel era hijo de Guadalupe Romero Alarcón y Porfirio Martínez Carrillo, originarios, desde generaciones atrás, del Pueblo de San Jerónimo.

Anastasia y Manuel tuvieron, en el siguiente orden, a Lucía, Porfirio, Graciela, Carmen, Josefina, Ramón y Margarita. De la educación, cuidado de los hijos y las labores del hogar era responsable, como era usual en ese entonces, Anastasia; mientras que Manuel sostenía económicamente a la familia prestando sus servicios en un taxi de su propiedad y posteriormente como chofer de la Escuela Superior de Guerra, además del cultivo de la tierra.

San Jerónimo fue siempre el hogar de esta familia, aunque cambió de casa en dos ocasiones dentro de la misma zona. La familia Martínez González compartía muchas características con la comunidad, pero tenía sus particularidades. Manuel Martínez Romero era seguidor de una organización anarquista, oía un programa radiofónico dedicado a la cultura árabe y gozaba de habilidades pictóricas, las cuales heredaría a su segundo hijo, Porfirio.

Porfirio Martínez González no tuvo educación profesional completa pues, debido a los desacuerdos con entre la Iglesia y el gobierno, era difícil que las familias católicas enviaran a sus hijos a la escuela; por lo tanto, Porfirio sólo concluyó el 4º grado de los estudios primarios. Este hecho, sin embargo, no obstruyó que asistiera regularmente a la Academia de San Carlos, donde formalizó o disciplinó, de alguna manera, sus habilidades manuales y artísticas demostradas desde su niñez, así como su ingenio y creatividad para en la elaboración de juguetes y la presentación de trabajos. También asistió a los talleres de artes plásticas organizados por el IMSS en la Unidad Independencia, en San Jerónimo.

Porfirio no sólo se inclinó por las artes plásticas, como la pintura o la escultura, también componía canciones estilo bolero y ranchero, y participaba, junto con sus hermanas y otros jóvenes de la comunidad, en pastorelas y piezas teatrales o sketch, algunos de su propia autoría, que llegaron a representar su propio pueblo, y en otros como Topilejo, Tlalpan o Tlahuelilpan, Hidalgo; en esas obras, además, Porfirio se encargaba de elaborar las escenografías. Todo este interés por la plástica, la música y las artes escénicas se sumó también al empeño y dedicación en el cultivo de plantas ornamentales, no ornamentales y árboles frutales.

Laboraba en el huerto de su patrón Fredy Romero, un actor que apareció esporádica y brevemente en alguna que otra película, también trabajó fue su chofer. Más tarde, trabajó con el señor David Russel en el estampado artesanal de telas para los uniformes de las meseras de Sanborns Hermanos y para otros clientes. Este trabajo lo conservó después como actividad propia, junto con un socio, hasta algunos años antes de morir.

Porfirio Martínez González era un hombre sencillo en el trato y atento a los asuntos de su comunidad, como la limpieza de los cauces por donde pasaba el agua de riego procedente de los Dinamos para los huertos de San Jerónimo, la organización de la fiestas patronales, en la Junta de Mejoras Materiales y, más tarde, como parte de sus creencias personales, llevando la comunión a los enfermos católicos del pueblo.

El 30 de julio de 1960, Porfirio se casó con Elisa Salazar Dueñas, originaria de Tanhuato, Michoacán. Del matrimonio nacieron, en ese orden, Manuel, María Guadalupe, Felipe, Rosa María, Virginia y Raquel. Porfirio compartió con su esposa gustos musicales, ella solía cantar una composición de la autoría de aquél; con ella también compartió creencias y valores propios de su credo. Porfirio Martínez alcanzó en la muerte a Elisa Salazar, siete años después de su partida.

De la obra de Porfirio Martínez realizada en barro, madera, tela, acuarela y otros materiales y técnicas, destacan las piezas realizadas para la parroquia de San Jerónimo: un marco de madera de una vitrina con manos entrelazadas, unos señalamientos para jardín, un burro tallado en madera de tamaño natural, una placa de barro en la torre del campanario y una virgen de Guadalupe, en madera, de  tamaño natural, ubicada en la capilla abierta que realizó junto con su hija Rosa María Martínez.

Porfirio Martínez González murió a la edad de 64 años, el 24 de enero de 1994, tras sufrir un coma diabético; una muerte precipitada que causó la sorpresa de sus familiares y amigos.

En su memoria, sus hijos, presentamos este blog llamado El taller de Porfirio Martínez González, donde aparecen algunas imágenes que rinden honor a la figura de un padre siempre presente que, pese a lo numeroso de la familia y una economía restringida, jamás dejó de lado sus pasiones artísticas. Descanse en paz.
Virginia Martínez Salazar
Su hija